Acabo de ver en la televisión una noticia acerca de un accidente de un avión F-5 de la escuela de caza de Talavera la Real. Poco después he leído este artículo en el periódico El País acerca de lo mismo. En los dos medios han hablado de la investigación del accidente y las posibles negligencias que pudieron producirse, pero lejos de esperar las conclusiones oficiales, ambos tienen ya su conclusión: los pilotos actuaron mal al no eyectarse.
Qué atrevida es la ignorancia.
Como ya escribí en un artículo anterior sobre mitos de la Aviación, la decisión de eyectarse no es algo que pueda ser tomado a la ligera, es un último recurso y cuando el impacto es inminente e inevitable. La tasa de supervivencia a una eyección se calcula que está entre el 80 y el 90%. Por otro lado, una eyección provoca lesiones graves y en algunos casos irreversibles como consecuencia de la fuerza con la que el asiento es expulsado. Parece lógico, para todos los que nos dedicamos a esto, pensar que mientras el avión sea controlable, como lo era el que se vio involucrado en aquel trágico suceso, resulta más seguro intentar aterrizar. Esto les pareció evidente a los dos tripulantes del aparato y a todo un Ala de aviones de caza, incluidos instructores con muy alta experiencia, pero por lo visto, no lo es para los periodistas que parece ser que saben más que todos los implicados en el siniestro.
Tanto estudiar y resulta que lo que realmente te capacita para ser piloto es la carrera de periodismo.
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