lunes, 5 de abril de 2021

Mi experiencia en Letonia con Air Baltic volando el Boeing 737.

El día de mi primer vuelo con el Boeing 737 de Air Baltic.

No me puedo creer que hayan pasado ya tres años desde que decidí irme casi al fin del mundo para comenzar mi carrera en la Aviación Comercial. Hoy voy a empezar a contaros un poco todo lo que ha pasado en este tiempo, las decisiones que he tomado, errores, aciertos, y a donde me han llevado.

Todo empieza en noviembre de 2017; como algunos sabéis, por aquella época yo ya había convalidado mi titulación de piloto y podía optar a trabajar en la vida civil. Problema: había dedicado mis últimos 8 años a la lucha contra incendios forestales, un tipo de vuelo muy exigente y que requiere un nivel de entrenamiento muy elevado pero que no se puede decir que te prepare para pilotar un reactor lleno de pasajeros, vamos, que había disfrutado tanto durante mi vida militar que casi sin darme cuenta había cumplido 42 años y mi experiencia en vuelo no compensaba lo que la mayoría de las aerolíneas consideraban una edad demasiado avanzada como para contratarme. Durante los meses anteriores, las aerolíneas principales convocaron pruebas selectivas y no me dejaron ni presentarme al examen, algo que por otro lado es lógico ya que en esta profesión la salud y la capacidad de aprendizaje son fundamentales y ambas empeoran con la edad. Recuerdo con un compañero nacido el mismo año que yo, hacer la broma de que ahora no nos querían pero llegaría un momento en que por la escasez de pilotos que se avecinaba, no les quedaría más remedio que contratarnos; sí, sí, somos viejos, pero somos los únicos pilotos que quedamos en el mercado...

Con estos precedentes y tras un par de desencuentros que tuve a nivel profesional (de los que hablaré en otro artículo), estaba dispuesto a agarrarme a un clavo ardiendo para cambiar de trabajo. Y aquí es donde entra en juego Air Baltic.

Air Baltic es la compañía de bandera de Letonia, igual que Iberia de España o Air France de Francia. Hasta ese momento yo apenas conocía su nombre, de hecho estuve una semana diciendo que me iba a Lituania hasta que me di cuenta del error. Tiene su base en Riga, la capital, y desde allí vuela a casi toda Europa además de Oriente Medio y Asia Central. 

Pero lo que interesa, es que por aquel entonces tenía un programa parecido al de Ryanair, en el que permitían a pilotos de baja experiencia presentarse a su proceso selectivo si estaban dispuestos a pagarse el curso de formación. Antes de que os llevéis las manos a la cabeza, esto lo hacen casi todas las compañías, con excepción de Air Europa, Norwegian y pocas más, solo que los letones lo ofrecían más caro y el sueldo durante los primeros seis meses era más bien bajo. En mi caso me pareció una opción interesante, ya que me abría unas puertas que creía cerradas definitivamente.

Tengo que reconocer que me la jugué un poco porque pagué parte del curso sin tener la seguridad de que me contratarían. Digamos que el curso del avión era en sí mismo un proceso selectivo durante el que te podían declarar no apto y mandarte para tu casa, con una habilitación de tipo de Boeing 737, que no está mal, pero que resulta poco útil sin una cantidad significativa de horas en ese modelo.

Resumiendo, que iba a gastarme una pasta en irme a un país donde nada se me había perdido sin la seguridad de que me contratasen y a cobrar una miseria. No suena muy bien, ¿verdad? Así soy yo, de vez en cuando me gusta tomar decisiones que no tienen una explicación clara (también llamadas "decisiones de mierda"). ¿Fue duro? Sí, mucho. Recuerdo salir de Madrid un 5 de diciembre con sol y casi 20 grados y llegar a Riga a las 4 de la tarde, estaba nevando y ya era de noche. Recuerdo tener que estudiar con la presión de estar jugándome un puesto y el trato no siempre amable de algún instructor (aunque ambas cosas ya las viví cuando me hice piloto militar). Recuerdo que por disponibilidad del simulador a veces teníamos las clases de 2 a 6 de la mañana. Recuerdo una videollamada en Nochebuena a casa donde estaban todos reunidos menos yo (la penúltima vez que he llorado, lo de la última no os lo voy a contar). Pero no todo fue malo, también recuerdo que tenía mucha ilusión y aprendí muchas cosas, por no hablar de eso tan de moda de salir de la zona de confort; en mi caso digamos que la dinamité. Y bueno, si hubiera una sección de agradecimientos ahora tendría que nombrar a mis compañeros, los tres españoles con los que coincidí y que parecíamos un chiste: esto que van un gallego, un madrileño, un murciano y un aragonés...

Pero vamos a la parte aeronáutica que es lo que realmente os interesa.

Como muchos sabéis, cuando te incorporas a una aerolínea tienes un periodo de formación en el que básicamente hay tres fases:

  • Habilitación de Tipo: es el curso específico del avión que vas a pilotar. En el caso de estar ya habilitado, no será necesario hacer esta fase. Consta de una parte teórica, otra en simulador y un vuelo en el que se hacen seis tomas y despegues, aunque este vuelo no es obligatorio en el caso de pilotos con experiencia en aviones similares.
  • Operator Conversion Course (OCC): es un curso en el que se enseñan los procedimientos específicos de la compañía. Incluye prácticas en el agua con chalecos y balsas, evacuación (sí, lo de tirarse por el tobogán hinchable) y otras emergencias como incendios.

  • Line Training: son una serie de vuelos que tienes que realizar con un capitán instructor. En ellos te familiarizas con la forma de operar de la compañía. La duración de esta fase depende de tu experiencia anterior. En el caso de Air Baltic, para pilotos sin experiencia en aerolíneas, eran 40 vuelos. Puede parecer mucho pero operando normalmente se hacen en menos de un mes.


Respecto a la Habilitación de Tipo, os podéis hacer una idea por lo que he puesto tres párrafos más arriba; mucho estudiar, sesiones de simulador, examen teórico, examen práctico, y después de un mes, por fin te dejan ponerte a los mandos del avión de verdad. Vale que yo no era nuevo en esto de pilotar, pero un Boeing 737 no se parece en nada a lo que yo había volado hasta ese momento, así que me sentía como en mi primera clase de vuelo; en resumen, una experiencia increíble. Como curiosidad, el instructor me felicitó por mi buena técnica en el aterrizaje; bueno, probablemente lo haya hecho más veces que él, aunque sea en el agua y con otro avión... (Sí, aquí he ido de sobrao).


El OCC para mí es la peor parte de todo este proceso. Acabas de terminar el curso del avión, estás deseando volar (aunque según la compañía y la forma de acceso la Habilitación de Tipo se hace después) y te pasas ocho horas al día encerrado en un aula escuchando conceptos que si bien son muy interesantes, no son lo que más te apetece. ¿Cuándo empieza la acción? Para que no te aburras demasiado te llevan un día a la piscina a hacer las prácticas de uso del chaleco salvavidas y subida a la balsa que por cierto es bastante complicado. También te dejan usar un extintor con fuego de verdad y el equipo de respiración individual en una cabina llena de humo.

Durante esta  fase, en algún día libre y antes de empezar a volar, Air Baltic te recomendaba ir de observador en cabina en un trayecto para ver la operativa e ir aprendiendo lo que vas a hacer luego.

Y por fin llegó el día de mi primer vuelo. A pesar de estar curtido en más de una batalla, estaba emocionado, nervioso y un pelín asustado. Muchas cosas nuevas: un capitán al que no conocía, un avión en el que apenas tenía 45 minutos de experiencia, aeropuertos en los que nunca había estado... pero la ilusión de un quinceañero y muchas ganas de hacerlo bien.

Mi sensación tras el primer día es que iba a ser capaz de manejar el avión en una semana, pero para el papeleo iba a necesitar un mes y las comunicaciones se me iban a atragantar; ¿alguna vez habéis intentado entender a un ruso hablando en inglés? Pues os diré una cosa: sigue sonando a ruso y se entiende igual que el ruso. Por lo demás, sucede todo muy deprisa, tanto en tierra como en el aire. La puntualidad en Aviación Comercial es fundamental, hay mucho trabajo que hacer antes de arrancar motores y muchas comprobaciones y procedimientos que hacer mientras vas rodando. Después del despegue la cosa no mejora; un reactor va muy rápido y es muy fácil "ir por detrás del avión" si no tienes muy claro lo que tienes que hacer en cada momento. No os voy a engañar: no disfruté durante los primeros vuelos, no me gusta cometer errores y cometí muchos. Me sentía como un novato después de dieciocho años volando. Finalmente esa sensación pasó y me empecé a sentir más cómodo en la cabina.

Así sales de casa y así vuelves algunos días...
La fase del Line Training acaba con una prueba en la que te declaran apto para volar con capitanes que no son instructores y oficialmente dejas de ser "alumno". A partir de ahí la presión disminuyó y comencé a disfrutar un poco más. Ya era oficialmente piloto de aerolínea, todavía algo patoso y mal pagado, pero piloto. Los siguientes cuatro meses conocí aeropuertos de toda Europa, fui mejorando mis habilidades a los mandos y con la radio, acostumbrándome a volar con camisa y corbata, incluso hice algo de vida social.  Air Baltic es una gran compañía y Riga una ciudad donde si tienes dinero y a la familia contigo, se puede disfrutar de mucha calidad de vida. Desafortunadamente, por mi tipo de contrato a mí aún me faltaban tres o cuatro meses hasta empezar a cobrar un sueldo decente, y lo que pesaba más, por entonces yo tenía pareja en Madrid y aprovechaba en cuanto juntaba unos días para viajar a España, lo que las tripulaciones llamamos "balseo". Esta situación hacía que yo estuviera deseando encontrar un trabajo algo más cerca, y ahí apareció Swiftair, pero esa es otra historia y debe ser contada en otro momento.

Estas son las vistas que podía disfrutar desde mi nueva oficina.
En conclusión, siete meses de experiencias con sus buenos y malos momentos pero que me sirvieron para empezar una carrera que de otra manera se presentaba complicada. Al final me he extendido más de lo que quería y eso que apenas he contado nada. Continuará. Gracias por leerme a los que habéis llegado hasta aquí.

2 comentarios:

  1. Muy interesante Manuel!!! gracias por la historia. Cuando acabes esta biografía, tenemos que hacerte la versión de Netflix, con mafiosos Letones raptando la tripulación e instructores corruptos que sabotean tu avión.

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  2. Una historia muy emocionante... lo más importante es que un gran piloto aún pasando dificultades sigue siendo un gran piloto!

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