viernes, 24 de enero de 2014

Formas de volar; no todo son aviones.

A lo largo de toda su Historia, el hombre siempre quiso volar. A través de los años surgieron nuevos inventos que intentaban elevarse con resultados muy diversos. Hoy quiero repasar esos otros métodos que se utilizaron o aún se utilizan hoy en día para surcar los aires.

  • Aparatos más ligeros que el aire: esta expresión suele utilizarse para referirse a los ingenios que se valen de un gas atrapado para generar su sustentación. Fue la primera forma en que se consiguieron cubrir distancias importantes. Comenzaron a utilizarse de forma práctica en el siglo XVIII, con los hermanos Montgolfier como principales exponentes. Su principal reto fue conseguir que el vuelo pudiera ser "dirigido" y no depender de las corrientes de viento, esto se logró con los dirigibles de principios del siglo XX. Actualmente este tipo de aparatos se utilizan mayoritariamente para el ocio o con fines publicitarios, aunque hay proyectos para hacer que su uso en el transporte aéreo sea rentable.
  • Planeadores: varios siglos A.C, los chinos comenzaron a hacer volar cometas, dicen que incluso se llegó a construir una gran cometa con la que consiguieron elevar a personas atadas a su estructura. Ya en el siglo XIX, se construyeron planeadores que permitían realizar vuelos con cierta seguridad. En esta época destacaron los experimentos de Otto Lilienthal que se acercarían mucho a lo que posteriormente serían los aviones. Hoy en día, además de aviones sin motor, estos fundamentos se han utilizado para idear otras formas como el ala-delta o los novedosos trajes de hombre-pájaro.
  • Paracaídas: aunque Leonardo Da Vinci esbozó inventos similares, nunca lo llevó a la práctica. A partir del siglo XVIII comenzó a utilizarse, siendo durante el siglo siguiente un equipamiento habitual en los globos. Su posterior evolución derivó en el parapente, que con las condiciones de viento adecuadas permite despegar desde el suelo y con la ayuda de térmicas alcanzar alturas considerables. Si además se le acopla un motor las posibilidades de altura y distancia se amplían aún más.
  • Cohetes: la peculiaridad que quiero destacar de estos aparatos no es su tipo de motor, sino que carecen de superficies que creen sustentación y se mantienen en el aire solamente gracias al impulso producido por un chorro de aire. Se ha llegado a utilizar este sistema como propulsor individual, una especie de mochila con motor. Con este principio se han construido también aparatos que bombean agua a presión hacia abajo permitiendo mantenerse en el aire llevándolo adosado a la espalda. También podría incluir en este apartado las "camas de viento" que mediante chorros de aire a presión permiten "levitar" sobre ellas; entre otras cosas, son muy utilizadas por los paracaidistas para ensayar las figuras que realizan en el aire durante las exhibiciones.
Seguro que en el futuro surgen nuevas formas de disfrutar del vuelo y que permiten extender esta afición a cada vez más personas.

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