lunes, 16 de diciembre de 2013

Amelia Earhart, primera mujer en cruzar el Atlántico.

La estadounidense Amelia Earhart (1897-1937) protagonizó una de las carreras más meteóricas y apasionantes de la historia de la aviación. Gozó de gran fama durante su vida. Su trágica muerte no haría sino acrecentar la leyenda.

Sagaz y atrevida desde niña, Amelia Earhart pronto se aficionó a volar. Fue la decimosexta mujer en obtener la licencia para pilotar de la Federación Aeronáutica Internacional. Ocurrió en 1923, solo un par de años después de haber recibido sus primeras lecciones aéreas a cargo de la también pionera Anita “Neta” Snook.

Ya desde sus inicios como piloto, Amelia Earhart se mostró dispuesta a romper cuantos récords se le pusieran al alcance de la mano. En 1922 voló a casi 4300 metros de altura, altitud que ninguna otra aviadora había alcanzado. En 1928 fue la primera mujer de la historia en cruzar el Atlántico, si bien lo hizo como pasajera.

Cinco años más tarde volvería a cruzar el charco, pero ella sola, sin más compañía que un termo de sopa. El rotundo éxito de su travesía le otorgó fama universal. Entre los muchos premios y condecoraciones, Earhart obtuvo la medalla de la National Geographic Society de mano del presidente Hoover.


En esos años, Amelia Earhart se dedicó a avivar el gusto por la aviación entre mujeres. Dio conferencias, publicó artículos y patrocinó certámenes de vuelo femenino. No dejó de pilotar, de lanzarse a aventuras aéreas cada vez más arriesgadas. Fue en la más ambiciosa de todas, la de dar la vuelta al mundo, en la que la infatigable aviadora perdería la vida al desaparecer en medio del Pacífico.

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