Xabier Valencia Aparicio es un agente de seguros Pelayo de Pamplona gran aficionado al aeromodelismo y colaborador de esta página. Para los que no lo recordéis podéis ver su primera colaboración con fotografías de una de las maquetas que tiene expuestas en su oficina. Tengo más fotos de sus creaciones pendientes de colgar en próximos artículos.
Cuando Xabier se ofreció a colaborar conmigo, vi en su Facebook unas fotos de Normandía que me parecieron muy interesantes. Me resultó increíble ver como se conservaban esas construcciones que se ven en las películas de la Segunda Guerra Mundial. Le pregunté acerca de ese viaje y me dijo que si quería que me enviaba un reportaje contando su estancia en tan histórico lugar; a pesar de no estar directamente relacionado con la Aviación, no dudé ni un momento en aceptar su propuesta. A mí la verdad que me ha dejado con ganas de visitar el sitio, espero que a vosotros también os guste.
Os dejo la primera parte de esa pequeña aventura narrada por él mismo. Muchas gracias Xabier por tu aportación. Próximamente más.
Cuando Xabier se ofreció a colaborar conmigo, vi en su Facebook unas fotos de Normandía que me parecieron muy interesantes. Me resultó increíble ver como se conservaban esas construcciones que se ven en las películas de la Segunda Guerra Mundial. Le pregunté acerca de ese viaje y me dijo que si quería que me enviaba un reportaje contando su estancia en tan histórico lugar; a pesar de no estar directamente relacionado con la Aviación, no dudé ni un momento en aceptar su propuesta. A mí la verdad que me ha dejado con ganas de visitar el sitio, espero que a vosotros también os guste.
Os dejo la primera parte de esa pequeña aventura narrada por él mismo. Muchas gracias Xabier por tu aportación. Próximamente más.
Nuestro viaje a Normandía lo planteamos como una inmersión en la Historia. La primera intención fue conocer los escenarios de la mayor operación militar de la Historia de la Humanidad, pero una semana visitando los lugares donde se desarrollaron los combates y los múltiples museos temáticos que se crearon para recordar tales hechos, nos hicieron vivir una gran experiencia. Mejor dicho, nos hicieron sentir una gran experiencia, que os recomiendo vivamente a todos. Espero saber transmitir las intensas sensaciones que pudimos vivir esos siete días.
Primera jornada. Arromanches y Longues Sur-Mer.
En nuestra primera jornada nos dirigimos a la localidad de Arromanches-Les-Bains, pueblo del distrito de Bayeux, región de Calvados, bañado por el mar en el sector de playa “Gold”, uno de los cinco sectores en los que se dividió el teatro de operaciones de la batalla de Normandía. Allí se encuentra el Museo del desembarco de Arromanches, en el que se muestra, como elemento diferenciador con otros museos, la gran obra de ingeniería que supusieron los puertos artificiales “Mulberry”. Sencillamente impresionante. Traerse desde Inglaterra todo lo necesario –desde bloques flotantes de hormigón de 6.000 toneladas para el espigón hasta las estructuras de los puentes flotantes- para construir dos puertos en menos de quince días es algo que hay que ver para creer. El museo muestra de modo espectacular maquetas móviles de la construcción y funcionamiento de esta colosal obra, además de dioramas con los diversos tipos de embarcaciones utilizadas en las operaciones de desembarco. Francamente, pone los pelos de punta el imaginarse el descomunal pifostio que se tuvo que organizar para regular el tráfico marítimo en las playas esos días con más de 5.000 embarcaciones entrando y saliendo de la zona de operaciones.
Para más información: http://www.exordio.com/1939-1945/civilis/industria/mulberry.html
Después de comer, nos dirigimos a Longues-sur-Mer, muy cerca de Arromanches. Allí se encuentra la única batería de cuatro casamatas que conservan los cañones originales y que formaba parte de la línea de defensa diseñada por alemanes llamada “Muro Atlántico” que discurría desde el Golfo de Vizcaya hasta Noruega. Por cierto, a quien se le asignó la organización de la defensa del sector de Normandía era un tal Rommel ¿os suena?. En el paseo por la zona del acantilado donde se encuentra la batería, podemos comprobar la amplia zona de alcance de sus cañones de 150 mm. y el búnker del puesto avanzado de control de tiro y vigilancia. Como anécdota, poner de manifiesto que nuestros perros mostraron, durante el paseo, una actitud absolutamente indiferente ante estos retazos de la historia.
Para más información acerca de este lugar podéis visitar este sitio web: http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?f=244&t=9188
Os dejo una pequeña galería de imágenes del lugar y del museo que allí había:
- Uno de los pontones flotantes. Los cuatro pilares quedaban apoyados en el fondo y, en función de la marea o las olas, un juego de poleas hacían subir o bajar la plataforma flotante. De ellas salían los puentes flotantes hasta la orilla.
- Los bloques "Phoenix", de 1.200 hasta 6.000 toneladas viajaban remolcados desde Inglaterra flotando, para ser hundidos en su lugar asignado en unos 15 minutos. Servían para formar espigones y de base para los puentes.
- Puentes flotantes. Estructuras tipo mecano, formaban puentes más o menos largos, de un solo sentido, que descansaban en pilares flotantes anclados al fondo.
- Los remolcadores que trasladaron desde Inglaterra segmentos pre-ensamblados de puente, o varios bloques "Phoenix", a una velocidad de unos 5 Km/hora.
- Diorama con los diversos tipos de embarcaciones de desembarco que transportaron toda clase de material.
- Diorama del puerto Mulberry de Arromanches, donde se puede observar, en la parte superior de la foto, los rompeolas y espigones formados por viejos barcos de desguace hundidos y bloques "Phoenix". En el centro, los pontones de atraque. Por último, los puentes flotantes, dos para desembarcar y dos para regresar de vacío. Su longitud se debe a la gran distancia del agua entre mareas.
- Uno de los cañones de 150mm situado en una de las cuatro casamatas de Longue-sur-Mer.
- El mismo cañón de la fotografía anterior pero con dos modelos improvisados: mi perrita Beltzi y yo.
- Parte frontal del puesto de control avanzado de tiro y vigilancia. Situado al borde del acantilado, unos 500 metros por delante de la batería.
- Parte posterior del puesto del búnker de control y vigilancia. Se puede observar el amplio campo de visión que se dominaba desde allí.
- La batería de cuatro cañones vista desde el búnker del puesto de control avanzado.
Viajar a la Baja Normandía es una experiencia impresionante. Pasear por los lugares donde se desarrolló el Desembarco y pensar en los miles de soldados que dejaron allí su vida, para que nosotros tengamos una Europa libre, te conmueve y te lleva a reconocer su valor y su sacrificio.
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