A principios de los 80, el gobierno de los Estados Unidos, se planteó sustituir a los F-15 Eagle por un nuevo caza más moderno y con mayores capacidades. En 1990, el primer prototipo del F-22 realizaría su primer vuelo.
El F-22 Raptor es un caza de quinta generación con tecnología furtiva, es decir, difícilmente detectable por un radar. Inicialmente diseñado para la superioridad aérea, puede asumir también misiones de ataque a tierra y guerra electrónica. Su características innovadoras más destacables son:
- Gran velocidad: aunque su velocidad máxima es información clasificada, se estima en aproximadamente Mach 2,25. Este máximo vendría más limitado por su capacidad estructural que por la potencia de sus motores. Cabe destacar, que el F-22 es de los pocos cazas del mundo capaces de alcanzar y mantener velocidades supersónicas sin necesidad de post-combustión, lo que se traduce en una valiosa combinación de velocidad/autonomía.
- Empuje vectorial: sus dos turbinas son capaces de oscilar 20 grados en el eje de cabeceo dotándole de una maniobrabilidad excepcional.
- Bodegas para armamento interno: necesarias para una baja sección radar. El F-22 aloja la mayor parte de su armamento en unos compartimentos cerrados por escotillas que sustituyen a los habituales pods del resto de cazas.
- Recubrimiento de baja absorción de radar mejorado: por poner un ejemplo, el F-117 veía muy limitadas sus capacidades furtivas en días de lluvia, y el B-2 necesita llevar a cabo sus reparaciones en hangares climatizados para evitar daños en su sistema de invisibilidad. Adicionalmente, el F-22 tiene un sistema que avisa de posibles vulnerabilidades en su capacidad furtiva.
Todo esto hace del F-22 un caza radicalmente diferente a todos los construidos y diseñados hasta la fecha, aunque tiene unos costes de fabricación y mantenimiento que tras el fin de la Guerra Fría, el gobierno estadounidense ha considerado no prioritarios, reduciendo la cantidad de unidades fabricadas.
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