Aunque existen discrepancias al respecto, el primer vuelo de un aparato más pesado que el aire reconocido y documentado, se produjo el 17 de diciembre de 1903 en Kitty Hawk, Carolina del Norte.
Los hermanos Orville y Wilbur Wright, fabricantes de bicicletas, tras varios ensayos con planeadores, decidieron crear una aeronave a motor que pudiera mantenerse en vuelo por sí misma. Así construyeron el Wright Flyer, más conocido como Flyer I.
Éste, que puede ser considerado el primer avión de la historia, estaba construido con una estructura de madera recubierta de tela. Era un biplano con configuración Canard, es decir, que el timón de profundidad está en el morro. Sus superficies de control eran activadas mediante cuerdas y su motor, de escasa potencia, movía mediante cadenas de bicicleta dos hélices impulsoras, o sea, colocadas en sentido contrario al del avance del avión.
Con esta máquina, los hermanos Wright realizaron cuatro vuelos consiguiendo recorrer en el más largo de ellos la distancia de 260 metros, en 59 segundos. Acababa de nacer la Aviación.
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